Como padre, no hay nada más satisfactorio que ver a tu pequeño crecer y empezar a alcanzar nuevos hitos. Ya sea gateando, andando, corriendo, saltando o incluso trepando, está viendo en acción la motricidad gruesa. Para todos los niños, la motricidad gruesa es fundamental para ganar independencia, mejorar la coordinación y adquirir confianza en el movimiento.
Tanto si acaba de ser padre como si ya tiene varios hijos, saber cómo fomentar estas habilidades en bebés y niños pequeños favorecerá su desarrollo físico y cognitivo general. En esta guía, explicaremos qué son las habilidades motoras gruesas, los hitos del desarrollo que hay que vigilar y compartiremos actividades prácticas que pueden ayudar al crecimiento de tu hijo.
¿Qué es la motricidad gruesa?
La motricidad gruesa implica cualquier movimiento en el que se utilicen los músculos grandes del cuerpo. Estas habilidades son fundamentales para el desarrollo motor general del niño y son necesarias para actividades como andar, correr, saltar, lanzar y mantener el equilibrio. Básicamente, la motricidad gruesa permite al niño interactuar con su entorno y desenvolverse en el mundo que le rodea.
Estas habilidades se desarrollan gradualmente a lo largo del tiempo, comenzando a menudo con los primeros movimientos del bebé, como el control de la cabeza, y progresando hasta correr y saltar a medida que el niño madura. El desarrollo de estas habilidades ayuda al niño a adquirir la fuerza, la coordinación y el equilibrio que necesita para realizar acciones complejas con facilidad a medida que crece.
Para los padres, comprender las habilidades motoras gruesas y sus hitos puede ser crucial para fomentar un desarrollo saludable. También puede ayudarles a saber cuándo pedir ayuda a un profesional pediátrico, como un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional, si ven que su hijo tiene dificultades para alcanzar los hitos esperados.
Hitos del desarrollo de la motricidad gruesa
Desde el nacimiento hasta la primera infancia, el desarrollo motor grueso de su hijo seguirá una secuencia general de hitos, aunque la edad a la que se produce cada hito puede variar de un niño a otro. He aquí algunas etapas clave:
Infancia (desde el nacimiento hasta los 12 meses):
- 0-2 meses: Los recién nacidos tienen poco control sobre sus músculos, por lo que sólo pueden mover los brazos y las piernas por reflejo. El tiempo boca abajo durante esta etapa ayuda a los bebés a fortalecer los músculos del cuello, lo que es vital para desarrollar el control de la cabeza.
- 2-4 meses: Los bebés empiezan a levantar la cabeza cuando están boca abajo y a darse la vuelta del estómago a la espalda. También empiezan a empujarse con los brazos.
- 4-6 meses: A esta edad, los bebés suelen poder sentarse con apoyo y pueden empezar a gatear o a desplazarse sobre el vientre. Empiezan a coger objetos y a llevárselos a la boca.
- 6-9 meses: Los bebés desarrollan la capacidad de sentarse de forma independiente y pueden empezar a gatear sobre las manos y las rodillas.
- 9-12 meses: Los bebés pueden ponerse de pie por sí solos y pasear por los muebles. También pueden dar sus primeros pasos durante este periodo.
Niños pequeños (1-3 años):
- 12-18 meses: Alrededor de esta edad, los niños pueden dar sus primeros pasos independientes. Empiezan a ponerse en cuclillas, agacharse y levantarse sin ayuda. Caminan con más estabilidad y algunos empiezan a trepar.
- 18-24 meses: Los niños pequeños empiezan a correr, trepar y dar patadas a una pelota. Su equilibrio mejora y tienen más confianza en sus movimientos.
- 2-3 años: A los tres años, muchos niños pueden saltar con los dos pies, mantener el equilibrio sobre un solo pie durante poco tiempo y empezar a pedalear en triciclo. También pueden empezar a lanzar y coger una pelota.
Comprender estos hitos ayuda a los padres a seguir el desarrollo físico de su hijo y a reconocer cualquier retraso que pueda requerir atención.
Actividades de motricidad gruesa para bebés
Desde el nacimiento hasta los 12 meses, el cuerpo de tu bebé aprende a fortalecerse y su cerebro establece conexiones que favorecen la función motora. Como padres y cuidadores, tu participación en su actividad física es crucial para su desarrollo. He aquí varias actividades sencillas y divertidas que puedes hacer con tu bebé para favorecer el desarrollo de su motricidad gruesa:
Hora del vientre
El tiempo boca abajo es una de las actividades más importantes para los bebés desde el nacimiento hasta los 6 meses aproximadamente. Ayuda a fortalecer los músculos del cuello, la espalda y los hombros. Empiece colocando a su bebé boca abajo durante breves periodos mientras está despierto y supervisado. Aumente gradualmente el tiempo boca abajo a medida que se fortalezca. Puedes hacer que el tiempo boca abajo sea más atractivo colocando juguetes fuera de su alcance para animarle a alcanzarlos y girar la cabeza.
Volcar
Anima a tu bebé a darse la vuelta guiándole suavemente. Empieza por tumbarle boca arriba y lleva lentamente un juguete de un lado a otro de su cuerpo, animándole a rodar. Esto ayuda a fortalecer el tronco y la coordinación.
Alcanzar y agarrar
Sostén juguetes u objetos fuera del alcance de tu bebé para animarle a estirarse, agarrarlos y girar sobre su costado o barriguita. Estas actividades mejoran la coordinación mano-ojo y fortalecen los músculos de brazos y hombros.
Sentado con apoyo
Cuando tu bebé esté preparado, ayúdale a sentarse erguido sosteniéndole con almohadas o con tus manos. Sentarse ayuda a fortalecer los músculos necesarios para hitos posteriores como gatear y andar.
De pie con ayuda
A los nueve meses, muchos bebés están deseando ponerse de pie. Anímalo cogiéndoles de la mano y ayudándoles suavemente a ponerse de pie. Esto ayuda a fortalecer las piernas y a mantener el equilibrio.
Actividades de motricidad gruesa para niños pequeños
Cuando tu bebé cumple un año, su curiosidad e independencia aumentan, por lo que es un momento emocionante para apoyar su desarrollo motor grueso mediante actividades divertidas. Aquí tienes más ideas para que tu hijo participe en actividades físicas y mejore su motricidad:
Escalada
A los niños les encanta trepar, ya sea por los muebles, las escaleras o incluso por una estructura de juego blanda. Ofrezca oportunidades seguras para trepar, como un pequeño tobogán de interior o cojines blandos. Trepar les ayuda a fortalecer las piernas y los músculos centrales.
Caminar y correr
Cuando tu hijo empiece a andar, crea una carrera de obstáculos con objetos blandos, como almohadas, para animarle a desplazarse y mantener el equilibrio. Deja que explore diferentes texturas y superficies, lo que mejorará sus habilidades para andar y correr.
Bailando
Ponga música divertida y anime a su hijo a moverse, balancearse o saltar. Bailar es una forma estupenda de mejorar el equilibrio, la coordinación y el ritmo. Incluso puedes jugar a la danza congelada, en la que se congelan cuando se detiene la música.
Jugar con pelotas
A los niños les encanta jugar con pelotas. Puedes empezar haciendo rodar la pelota de un lado a otro, para luego lanzarla y atraparla. Jugar con una pelota ayuda a desarrollar la coordinación mano-ojo, la fuerza y la agilidad.
Juguetes de empuje
Los juguetes para empujar, como un cochecito de juguete, un carrito de la compra o incluso un cortacésped de juguete, ayudan a mejorar la marcha y el equilibrio. Al empujar estos juguetes, tu hijo desarrolla su fuerza muscular y su coordinación.
Saltar y brincar
Una vez que tu hijo sea estable sobre sus pies, ¡anímale a saltar! Empieza enseñándole a saltar con los dos pies fuera del suelo. Después de practicar un poco, los niños desarrollarán mejor el equilibrio y la coordinación cuando empiecen a saltar solos.
Caminar por la naturaleza
Lleva a tu hijo fuera y explora un parque o una zona natural segura. Caminar sobre diferentes superficies, como hierba, arena o grava, le ayudará a desarrollar el equilibrio y la estabilidad. Además, el aire fresco y las nuevas vistas harán que la experiencia sea aún más atractiva.
Cómo ayuda la fisioterapia pediátrica al desarrollo de la motricidad gruesa
Aunque la mayoría de los niños alcanzan sus hitos de motricidad gruesa de forma natural, algunos pueden experimentar retrasos o dificultades que requieren apoyo. La fisioterapia pediátrica (PT) puede ser increíblemente beneficiosa para los niños que necesitan ayuda adicional para alcanzar sus objetivos de desarrollo motor grueso.
Un fisioterapeuta pediátrico está especializado en evaluar, diagnosticar y tratar los retrasos físicos y motores de los niños. Utilizan diversos ejercicios y actividades basados en el juego y adaptados a las necesidades específicas de tu hijo para ayudarle a desarrollar la fuerza, el equilibrio, la coordinación y la movilidad.
Algunas formas en las que la fisioterapia pediátrica puede ayudar al desarrollo motor grueso de su hijo son:
- Creación de planes personalizados: Basándose en una evaluación exhaustiva de las habilidades motoras de su hijo, un fisioterapeuta pediátrico desarrollará un plan de tratamiento individualizado para abordar cualquier retraso o desafío.
- Fomento de la fuerza y la coordinación: La fisioterapia pediátrica se centra en ejercicios que fomentan la fuerza, la movilidad y la coordinación a través de actividades divertidas que despiertan el interés de su hijo.
- Mejorar el equilibrio y la estabilidad: Si su hijo tiene problemas de equilibrio o sufre caídas frecuentes, un fisioterapeuta le proporcionará ejercicios específicos para mejorar estas áreas.
- Educar a padres y cuidadores: Los fisioterapeutas colaboran estrechamente con los padres y cuidadores, ofreciéndoles estrategias, actividades y consejos que pueden incorporarse a las rutinas diarias para fomentar el desarrollo motor de su hijo.
La intervención precoz a través de la fisioterapia pediátrica puede ayudar a los niños a lograr avances significativos en su desarrollo motor grueso, ayudándoles a menudo a ponerse al nivel de sus compañeros o a alcanzar los hitos del desarrollo a su propio ritmo.
Cómo ayudar a su hijo a crecer y desarrollarse
Apoyar el desarrollo de la motricidad gruesa de su hijo puede ser una experiencia divertida y gratificante para ambos. Comprendiendo los hitos del desarrollo, realizando actividades que fomenten el crecimiento físico y buscando ayuda profesional si es necesario, puedes ayudar a tu hijo a sentar las bases que necesita para prosperar física y emocionalmente. Tanto si rueda por el suelo con un bebé como si anima a su hijo pequeño cuando da sus primeros pasos, recuerde que cada momento de movimiento cuenta para su crecimiento y bienestar.
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Este artículo tiene únicamente fines educativos e informativos. Siempre debe hablar con su propio terapeuta antes de implementar esta información por su cuenta.