La mayoría de los niños de Colorado llevan ya unas seis semanas de vacaciones de verano y, si tus hijos son como los míos, se están aburriendo un poco de nuestra típica rutina diaria. Tengo un hijo que va a entrar en tercer curso en otoño y otro que va a entrar en la guardería. Mis dos hijos tienen una gran motricidad gruesa; pídeles que lancen una pelota, que corran una carrera o que se levanten del suelo para lanzar a canasta, y ninguno de los dos tendrá ningún problema. Sin embargo, nuestra motricidad fina no es tan buena. La motricidad fina se consigue cuando los niños utilizan sus músculos pequeños; escribir, agarrar objetos pequeños, pasar páginas, abotonar y cortar con tijeras son sólo algunos ejemplos. En un esfuerzo por mejorar la motricidad fina de mi hijo y hacer la vida diaria un poco más emocionante (ja), hace poco busqué en Internet cosas que pudiéramos hacer en casa y que fueran divertidas y productivas. Todas las ideas siguientes son sencillas, divertidas, entretenidas e incluyen objetos que probablemente tengas por casa.
Artículos domésticos para desarrollar la motricidad fina
1.) Q-tips: Los bastoncillos de algodón son ideales para las manos pequeñas que necesitan precisión y agarre. Monté una estación de pintura para mis hijos y en lugar de darles pinceles, ¡les di bastoncillos de algodón! Al principio mis hijos pensaron que era muy raro... pero al cabo de unos minutos les oí reírse y meterse de lleno en sus proyectos artísticos. Los resultados fueron muy bonitos y fortalecieron los músculos de las manos sin darse cuenta.
2.) Tijeras: Cortar puede ser muy difícil para algunos niños, ¡incluido el mío! Dependiendo de la edad de tu hijo, proporciónale unas tijeras apropiadas para su edad e indícale que corte cartulina en líneas rectas. Una vez que haya conseguido las líneas, pase a las formas (cuadrados y triángulos) y, finalmente, a cosas más complejas, como copos de nieve y muñecos de papel. Al cortar se trabaja todo, desde la coordinación hasta la fuerza, pasando por la motricidad visual.
3.) Legos: A mis hijos les encantan los Legos. Les encanta construir y crear, y es una maravillosa actividad tranquila cuando todo el mundo necesita un poco de tiempo de inactividad. Los Legos hacen trabajar las manitas y ayudan a aumentar la coordinación, la fuerza y la precisión. Mis hijos están orientados a las tareas, y me doy cuenta de que se concentran más cuando tienen algo específico en lo que están trabajando. Hace poco les pedí que trabajaran juntos para crear un parque temático con Legos. Los resultados fueron impresionantes y me alegró saber que se divertían y trabajaban la motricidad fina al mismo tiempo.
4.) Crema de afeitar: Esta es una actividad sucia, así que (obviamente) ¡es la favorita de mi hijo! Dale a tu hijo una bandeja de horno y un bote de espuma de afeitar. Dígales que rocíen la crema de afeitar sobre la bandeja hasta cubrirla por completo. Una vez que hayan terminado, dependiendo de su edad, pídeles que escriban con los dedos números, letras, palabras y frases en la crema de afeitar. Rociar la crema de afeitar ayuda a desarrollar la fuerza de agarre y la resistencia del niño, y escribir en la crema de afeitar ayuda a la precisión y la madurez motriz. Estoy segura de que esta actividad es la única responsable de que mi hijo pequeño aprenda a escribir las letras.
5.) Pinzas: Las pinzas son una herramienta estupenda para mover objetos pequeños de un sitio a otro. La forma en que la mano trabaja al utilizar las pinzas fomenta el desarrollo de la fuerza y la coordinación y, dependiendo de lo que estés haciendo, ¡probablemente también puedas colar una rápida lección de matemáticas! Les di a mis hijos unas pinzas, un montón de bolos y empecé a repartir ecuaciones matemáticas apropiadas para su edad que tenían que responder moviendo los bolos. Sus manos trabajaron, al igual que sus mentes. ¡Todos salimos ganando!