Como diría Jessica Leer, la terapia ocupacional la encontró a ella. Después de una lesión cerebral traumática, se emparejó con un OT para ayudar en su recuperación. A lo largo de la recuperación y las conversaciones con su OT, Jess tenía los ojos abiertos a la manera perfecta que podía cumplir con su objetivo de hacer un impacto en la vida de sus pacientes, la salud y el bienestar.
Jess siempre supo que quería trabajar con niños. Trabajó en un centro preescolar especializado para niños con autismo, fue voluntaria en un hospital infantil y pasó los veranos en campamentos de verano para niños con necesidades especiales. Aprendió de primera mano la importancia de dar a los niños médicamente frágiles y con necesidades especiales los recursos necesarios para florecer en sus mejores vidas.
Sin embargo, donde Jess siente que su mayor éxito es trabajar como OT pediátrica es en el hogar. "Ves realmente cómo es el día a día de cada niño", dice Jess. En una clínica hay algo de desconexión, los padres no pueden compartirlo todo; quizá no saben qué buscar, o se les olvida o simplemente están abrumados.
Según Jess, trabajar con las familias en sus casas revela realmente lo que hay que hacer para ayudar. La gente comparte más en su entorno natural, lo que permite a los terapeutas obtener una comprensión más profunda. La atención sanitaria a domicilio también permite integrar mejor la terapia en la vida cotidiana. Las herramientas de terapia especializadas suelen tener un coste prohibitivo para las familias, pero un terapeuta experto como Jess puede establecer paralelismos entre la terapia y sus juguetes en casa. Los terapeutas pueden ajustar y recomendar en función del estilo de vida de la familia y de los recursos disponibles. Otro aspecto que a menudo se pasa por alto es la integración de la cultura familiar en la terapia. Un "hito del desarrollo"es que los niños pequeños utilicen utensilios a los 17 o 18 meses. Algunas culturas, por ejemplo, utilizan injera (o pan plano) en lugar de utensilios, por lo que el hito no es apropiado. Su terapeuta de Care Options for Kids puede trabajar con su familia para integrar estas habilidades culturalmente específicas a fin de mantener la identidad cultural.
Una de las mayores pasiones de Jess es conseguir que los padres y cuidadores participen en las sesiones. En el hospital o en el ambulatorio, suelen esperar en la sala de espera y no tienen oportunidad de participar. En casa, los padres tienen la oportunidad de ver la terapia y participar en ella. Hay más oportunidades de hacer preguntas al terapeuta porque no tienen citas consecutivas de 30 minutos.
En su tiempo libre, Jess disfruta asistiendo a tantos eventos comunitarios como le es posible, apoyando causas pediátricas locales y escuchando podcasts sobre bienestar, movimiento y nutrición. Ha desarrollado un protocolo de 12 etapas para la mente, el cuerpo y el espíritu, centrándose en el bienestar, y mantiene una base de datos de artículos, estudios y técnicas para apoyar el máximo bienestar.
Nos sentimos muy honrados de tener a Jess en nuestro equipo. Ella es un clínico increíble y un fantástico ejemplo de todos los valores fundamentales de Care Options for Kids.
