Con el comienzo del nuevo año, es el momento de que mucha gente empiece con sus propósitos. Normalmente, los principales objetivos son hacer dieta o comer más sano, hacer más ejercicio, perder peso, ahorrar más, gastar menos y aprender una nueva afición o habilidad. Aunque un propósito de Año Nuevo puede ser una ambición admirable, cumplirlo durante los 12 meses siguientes suele ser más fácil de decir que de hacer, sobre todo cuando se tiene la responsabilidad añadida de cuidar a un ser querido. En lugar de abandonar antes de empezar, es importante fijarse objetivos prácticos que le lleven al éxito y no al fracaso.
12 propósitos prácticos de Año Nuevo para el cuidador ocupado
Aquí le damos un giro a algunos de los propósitos de Año Nuevo más populares para que, a pesar de su apretada agenda, pueda empezar el año sintiéndose motivado y listo para prosperar.
1. Comer más sano
Cuando se está todo el día de un lado para otro con cosas que hacer, es fácil coger cualquier cosa que nos convenga, y esto incluye a menudo los tentempiés procesados de las máquinas expendedoras o pasar por la ventanilla de un autoservicio de comida rápida. Sin embargo, aunque este tipo de opciones pueden ser útiles a corto plazo, también aumentan el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiacas.
Para que te resulte más fácil comer sano, llévate tus propios almuerzos de casa, si es posible. Asegúrate de que la mayoría de tus comidas incluyan verduras, cereales integrales y frutas. Son alimentos bajos en calorías y ricos en nutrientes. Presta mucha atención a su contenido en fibra y proteínas para sentirte satisfecho y saciado durante más tiempo. Sustituye los refrescos por agua con gas aromatizada. Tenga a mano alimentos saludables para picar, como rodajas de manzana con mantequilla de almendras, zanahorias con hummus, pistachos o bayas. Además, acostúmbrese a leer las etiquetas, ya que muchos productos del mercado se consideran saludables, pero en realidad están cargados de azúcar e ingredientes impronunciables creados en un laboratorio.
Aunque comer sano debe ser siempre una prioridad, sin ningún parámetro, este propósito puede resultar abrumador y difícil de cumplir. En su lugar, considere la posibilidad de hacer que su objetivo sea más específico. Por ejemplo, podría introducir un "Lunes sin carne" o comprometerse a introducir nuevas frutas y verduras en la dieta de su familia cada semana. Elimine los azúcares innecesarios (como los de los refrescos) y comprométase a beber más agua.
2. Concéntrese en su propia salud física y mental
Cuando pasas tanto tiempo pensando en el bienestar de tu ser querido, ¡es fácil olvidarte de tus propias necesidades de salud! Es importante cumplir con tus citas, exámenes y pruebas para asegurarte de sentirte lo mejor posible. Quizás también tengas objetivos de salud que te gustaría alcanzar: bajar de peso, estar en forma, bajar el colesterol o encontrar un terapeuta. Cuanto antes cuides de tu propia salud, mejor te sentirás y mejor preparado estarás para cuidar de tu ser querido.
3. Priorizar el sueño
Tendemos a subestimar lo mucho que el sueño afecta a nuestra salud en general. Para los cuidadores que hacen malabarismos con múltiples responsabilidades, es aún más difícil dormir las siete u ocho horas nocturnas recomendadas. Dormir lo suficiente es vital para mejorar la salud y la felicidad. Empieza por acostarte 30 minutos antes de lo habitual, añade otros 15 minutos y así sucesivamente hasta que consigas dormir al menos siete horas cada noche. También puedes hacerte con un reloj inteligente que te ayude a realizar un seguimiento de tu sueño para que puedas identificar patrones más saludables. Fitbit Sense te ofrece una visión diaria de tus horas de sueño ligero, profundo, REM y despierto, y puedes comprobar cómo es tu noche en comparación con la del mes pasado y la de otras personas de tu edad.
4. Hacer ejercicio regularmente
Al igual que la elección de alimentos saludables, el ejercicio también debería formar parte de tu rutina diaria. Dicho esto, puede resultar difícil encontrar tiempo para ir al gimnasio o salir a correr, especialmente durante el invierno. En lugar de marcarse como objetivo hacer más ejercicio en Año Nuevo, comprométase a moverse más este año. Puede hacerlo de muchas maneras, desde subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor o dar un paseo durante la pausa para comer hasta asistir a una clase de gimnasia gratuita en la comodidad de su propia casa. Si su ser querido se siente con fuerzas, puede incluso invitarle a dar un paseo con usted, ya que a todos nos viene bien un poco de aire fresco.
Hacer ejercicio con regularidad tiene muchos beneficios, como ayudarle a mantener un peso saludable, hacerle sentir bien al liberar endorfinas y fomentar una buena salud mental. También hace que el cuerpo circule mejor la sangre y disminuye el riesgo de muchas enfermedades comunes, como la diabetes de tipo II, ciertos tipos de cáncer, el colesterol alto y las cardiopatías.
5. Apartar la balanza
En lugar de fijarte en el número de la báscula, este año céntrate en cómo te sientes realmente. Aunque mantener un peso saludable es importante, siga sus progresos llevando un diario de ejercicios que le ayude a alcanzar sus objetivos. Recuerde que, aunque esté cuidando a un ser querido, su bienestar no debe pasar a un segundo plano, así que asegúrese de dedicar tiempo a su autocuidado.
6. Comprar con conciencia
Aunque ahorrar más y gastar menos puede parecer un propósito bastante sencillo, todos sabemos que a lo largo del año surgirán inevitablemente diversas necesidades (y deseos). Tanto si compras alimentos, ropa, artículos para el hogar u otros bienes, comprométete a gastar tu dinero de forma más consciente. Esto significa tomar decisiones informadas que estén en consonancia con tus valores personales y apoyar a las empresas (especialmente las locales) que siguen prácticas empresariales éticas, así como ser consciente de tu propio consumo.
7. Aprender una nueva afición o habilidad
Este propósito no necesita mucha actualización, ya que aprender algo nuevo debería ser siempre un reto bienvenido. Y con la creciente popularidad de aplicaciones como Duolingo y Codecademy, puedes adquirir nuevas habilidades -como hablar en otro idioma o aprender a programar- sin salir de casa. Incluso puede que tu pareja quiera acompañarte.
8. Planificar con antelación
Nadie quiere pensar en la muerte, pero es fundamental tener un plan con antelación. Le sorprenderá el alivio que sentirá una vez que esté consolidado. Compruebe si su ser querido tiene un testamento vital, un poder notarial permanente y un testamento. Si no es así, pida una cita con un abogado. Tener estos documentos en regla les dará a usted y a su amigo o familiar tranquilidad para afrontar emergencias médicas y una sensación de tranquilidad ante el futuro inevitable.
9. Delegue cuando pueda
¿Tiene hermanos, hijos, amigos o familiares que puedan ayudarle a compartir algunas responsabilidades? Aunque no vivan cerca, pueden ayudar responsabilizándose del pago de las facturas de un ser querido o de las visitas al médico, o incluso organizando una llamada semanal para asegurarse de que su amigo o familiar enfermo mantiene un contacto social regular. Puede que intentes hacerlo todo tú solo, pero es importante pedir ayuda para no agotarte. Puede que incluso te sorprenda lo dispuesta que está la gente a dar un paso adelante y asumir una nueva tarea, así que asegúrate de estar preparado con sugerencias.
10. Sé amable contigo mismo
Es importante que reconozcas y respetes tus propias emociones y niveles de estrés. Es normal sentirse abrumado a veces y feliz en otras. ¡Sé amable contigo mismo y recuerda que tus sentimientos son válidos! Respira hondo y analiza por qué te sientes así y qué puedes hacer para cambiarlo.
11. Tómate tiempo para ti
Sus necesidades son tan importantes como las de los demás. Usted ya dedica su vida a cuidar de los demás, y dedicar tiempo a hacer cosas que le gustan no sólo le hace más feliz, sino que también le convierte en un mejor cuidador. Por ejemplo, correr como un pollo sin cabeza de un turno a otro -sin tomarse tiempo para hacer cosas que le relajen- puede hacer que se sienta resentido y agotado.
Aunque dormir las horas suficientes, comer bien y hacer ejercicio harán maravillas para mejorar su calidad de vida, dedicar tiempo a actividades de ocio -como ver sus programas de televisión favoritos, tejer o leer un buen libro- equivale a tomarse unas vacaciones mentales y emocionales. Te permite dejar de preocuparte durante una o dos horas y simplemente disfrutar.
12. Aprender a gestionar el estrés
Se ha vuelto tan común que la gente esté siempre ocupada y con prisas, que sentirse estresado se ve como algo normal. Pero no lo es. Estar en un estado constante de estrés aumenta el riesgo de enfermedad, afecta a las relaciones y aumenta las probabilidades de deprimirse.
Hay muchas formas de controlar el estrés. Encontrar una afición que te guste, meditar, hablar con tus amigos o incluso bailar tus canciones favoritas en casa son buenas formas de descomprimirte. También te dan algo que esperar, y tener esa sensación de anticipación te da esperanza y te ayuda a superar los momentos difíciles.
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