El deporte es una gran plataforma para que muchos niños hagan ejercicio, se sientan bien y experimenten un poco de sana competición. En el mundo actual, hay más niños que nunca que compiten en deportes desde una edad temprana. Los niños corren más rápido, saltan más alto y, en definitiva, se esfuerzan más, pero ¿a costa de qué?
Lo más habitual es que los problemas relacionados con el deporte en atletas jóvenes se deban a un uso excesivo, y los tipos más frecuentes de lesiones deportivas son los esguinces, las distensiones y las fracturas por estrés, y a veces las conmociones cerebrales.
5 consejos para minimizar el riesgo de lesiones
Por suerte, hay cosas que puede animar a su hijo a hacer para minimizar el riesgo de lesiones.
1. Tómate tiempo libre
Al igual que los adultos necesitan un descanso del gimnasio, los niños también necesitan descansar del deporte. Anime a su hijo a tomarse al menos un día libre a la semana y al menos un mes al año de descanso del entrenamiento. Este tiempo permite al cuerpo recuperarse y sanar.
2. Asegurarse de que su equipo es el adecuado
Por desgracia, aunque el equipo de protección puede evitar lesiones, no es una garantía. Dicho esto, es absolutamente necesario que los niños lleven el equipo de protección adecuado, como almohadillas, cascos, protectores bucales y gafas. No se trata de una situación en la que "menos es más"; si una pieza del equipo es opcional pero puede evitar lesiones, ¡anime a su hijo a llevarla!
3. Estire
Los estudios han demostrado que los niños de 8 a 18 años no estiran antes o después de practicar deporte. Recuérdele a su hijo la importancia de los estiramientos y explíquele que fortalecen y acondicionan los músculos, poniéndolos en óptimas condiciones para rendir al máximo.
4. Tomar descansos
similar al número uno de esta lista, pero diferente. Asegúrate de que tu hijo descansa durante los entrenamientos y los partidos para reducir las lesiones y el sobrecalentamiento.
5. No ignorar el dolor
Si algo le duele, haga que su hijo deje de hacerlo hasta que lo evalúe un médico.
Todos los deportes conllevan un riesgo de lesión, pero por suerte, para la mayoría de los niños, los beneficios de la práctica deportiva superan con creces los riesgos. Si su hijo se ha lesionado, trabajar con un fisioterapeuta pediátrico puede ser muy beneficioso.