Terapia de alimentación pediátrica

Intervención temprana, terapia de alimentación, artículos para padres, terapia pediátrica

¿Mi hijo necesita terapia de alimentación?

15 de mayo de 2018

Por Care Options for Kids

La hora de comer debería ser una oportunidad para la conexión, la nutrición y la alegría. Pero para muchas familias, alimentar a un niño puede convertirse en una fuente diaria de estrés, preocupación y confusión. Si su hijo tiene problemas con la comida, ya sea extremadamente quisquilloso o tenga problemas de alimentación más graves, la terapia de alimentación pediátrica puede ofrecerle la ayuda y el apoyo que necesita.

La terapia de alimentación pediátrica está diseñada para ayudar a los niños a aprender a comer, o a comer de forma más eficaz y placentera. En particular, puede ser una valiosa fuente de apoyo para los niños que experimentan dificultades con la alimentación debido a problemas médicos, de desarrollo, sensoriales o de comportamiento.

Todo se reduce a ayudar a los niños a que se sientan seguros y satisfechos con la comida y a capacitar a las familias para que las comidas sean menos estresantes y más enriquecedoras. Por eso compartimos esta guía útil e informativa para ayudarle a aprender más sobre la terapia de alimentación pediátrica, cómo saber si es adecuada para su hijo y cómo puede cambiar su vida cotidiana.

¿Qué es la terapia de alimentación pediátrica?

La terapia de alimentación pediátrica es un enfoque específico diseñado para ayudar a los niños que tienen problemas para comer una amplia gama de alimentos, texturas o cantidades. Suele estar a cargo de logopedas o terapeutas ocupacionales con formación en trastornos de la alimentación y la deglución.

Estos profesionales utilizan estrategias basadas en pruebas para abordar los componentes físicos, sensoriales y conductuales de la alimentación. Los terapeutas de la alimentación trabajan en estrecha colaboración con los niños y sus cuidadores para mejorar las habilidades motoras orales, ampliar la aceptación de los alimentos, aumentar la deglución segura y reducir las asociaciones negativas con la comida.

Cada niño recibe un plan de alimentación individualizado basado en sus necesidades, retos y objetivos únicos. La terapia puede tener lugar en un entorno clínico, en casa o incluso a través de telesalud. Se anima a los padres a participar en todo el proceso para mantener la coherencia en todas las comidas.

Comilón y trastorno de la alimentación infantil: ¿Cuál es la diferencia?

Es normal que los niños pasen por fases de picoteo. Por ejemplo, muchos niños pequeños afirman su independencia rechazando ciertos alimentos o desconfiando de sabores desconocidos. Pero cuando el picoteo se vuelve extremo, persistente o empieza a interferir en el crecimiento, la nutrición o la vida diaria, puede ser señal de una dificultad alimentaria más grave.

Entre las principales diferencias entre la alimentación selectiva y los trastornos alimentarios pediátricos se incluyen:

Es quisquilloso con la comida:

  • Típicamente apropiado para la edad y el desarrollo
  • Los niños siguen comiendo diversos alimentos y mantienen el crecimiento
  • La evitación puede basarse en preferencias, curiosidad o estado de ánimo.
  • Rara vez afecta a la nutrición general o causa malestar

Trastorno de la alimentación pediátrica: 

  • Implica una dificultad continua y significativa para comer
  • A menudo incluye fuertes aversiones sensoriales, retrasos motores orales o complicaciones médicas.
  • Puede provocar pérdida de peso, crecimiento deficiente o deficiencias nutricionales
  • Los problemas de alimentación alteran las rutinas familiares y causan angustia tanto al niño como a sus cuidadores.

Si no está seguro de si su hijo es un niño quisquilloso con la comida o se enfrenta a algo más complejo, una evaluación de terapia de alimentación pediátrica puede ofrecerle claridad y orientación.

12 señales de que su hijo podría necesitar terapia de alimentación pediátrica

A los padres puede resultarles difícil reconocer cuándo los problemas típicos a la hora de comer entran en el terreno que requiere ayuda profesional. He aquí algunos signos clave de que su hijo puede beneficiarse de la terapia de alimentación pediátrica:

1. Come menos de 20 alimentos

Los niños que comen una variedad mínima de alimentos y muestran una fuerte resistencia a probar algo nuevo pueden estar experimentando algo más que un simple picoteo. Esto puede ser una señal de alerta de problemas de alimentación que justifiquen una evaluación.

2. Llanto o crisis cuando se introducen nuevos alimentos

Si su hijo reacciona con extrema angustia cuando se le presentan alimentos desconocidos, puede indicar sensibilidades sensoriales o ansiedad relacionada con la alimentación.

3. Evitar grupos enteros de alimentos

Algunos niños evitan sistemáticamente categorías enteras de alimentos como frutas, verduras, proteínas o cereales. Esto puede afectar a su nutrición y crecimiento e indicar un problema alimentario más profundo.

4. Fuerte aversión a texturas, sabores u olores

Las dificultades de procesamiento sensorial suelen influir en los problemas de alimentación. Los niños pueden tener arcadas, escupir la comida o alterarse por la textura o el olor de la comida.

5. Náuseas o vómitos durante las comidas

Las arcadas o los vómitos frecuentes al comer son un signo grave que no debe ignorarse. Estos comportamientos pueden apuntar a una disfunción motora oral, dificultades para tragar o fuertes aversiones sensoriales, todo lo cual puede abordarse mediante terapia de alimentación pediátrica.

6. Batallas frecuentes a la hora de comer o problemas de comportamiento.

Las horas de las comidas en las que constantemente hay luchas de poder, rabietas o negativas a comer pueden crear un ciclo de estrés para toda la familia. La terapia de alimentación pediátrica puede ayudar a reconstruir rutinas positivas a la hora de comer y a reducir los conflictos.

7. Miedo a la comida o a las situaciones de alimentación

Un niño que parece temeroso ante la comida o que evita comer por completo puede haber desarrollado asociaciones negativas debido a traumas pasados, atragantamientos o molestias continuas.

8. Regresión en las habilidades alimentarias

Si su hijo antes comía una gran variedad de alimentos pero ahora rechaza muchos de ellos, esto puede indicar un problema de alimentación que se ha desarrollado o empeorado con el tiempo.

9. Requiere distracciones para comer (como televisión o pantallas)

Aunque el tiempo de pantalla ocasional durante las comidas puede parecer inofensivo, si su hijo sólo puede comer mientras está distraído, puede ser un mecanismo de afrontamiento que enmascara problemas de alimentación más profundos.

10. Se niega a comer con otras personas o en lugares públicos

Evitar situaciones sociales para comer, como las comidas familiares o el almuerzo escolar, puede aislar al niño y reflejar ansiedad o malestar con la comida y la alimentación.

11. Tarda demasiado en terminar las comidas

Si su hijo tarda regularmente más de 30-45 minutos en terminar una comida o muestra signos de fatiga mientras come, es posible que tenga problemas de motricidad oral o poca resistencia para masticar y tragar.

12. Se atraganta o tiene dificultad para masticar ciertos alimentos

Las dificultades para masticar o la tos frecuente mientras se come pueden indicar un subdesarrollo de los músculos orales o un problema de coordinación.

Si su hijo presenta alguno de estos signos, puede ser el momento de consultar a un terapeuta especializado en terapia alimentaria pediátrica. Una intervención temprana puede ayudar a los niños a construir una relación más sana con la comida y evitar dificultades alimentarias a largo plazo.

Beneficios de la terapia de alimentación pediátrica

El objetivo de la terapia de alimentación pediátrica no es sólo conseguir que su hijo coma más alimentos, sino ayudarle a comer con comodidad, seguridad y confianza. Éstos son algunos de los muchos beneficios que las familias experimentan cuando comienzan la terapia de alimentación:

  • Mejora de la nutrición y el crecimiento: Al ampliar la gama de alimentos aceptados, los niños pueden satisfacer sus necesidades nutricionales para un desarrollo saludable.
  • Mejora de la motricidad oral: La terapia de alimentación pediátrica favorece el desarrollo de la masticación, la deglución y la coordinación lingual, lo que hace que comer sea más fácil y seguro.
  • Menos estrés a la hora de comer: A medida que los niños se sienten más cómodos con la comida, las comidas familiares suelen ser más agradables y menos conflictivas.
  • Mejor comprensión de las necesidades de su hijo: Los terapeutas colaboran estrechamente con los padres para identificar las causas subyacentes de los problemas de alimentación y proporcionar estrategias claras de apoyo en casa.
  • Mayor confianza e independencia: A medida que los niños dominan nuevas habilidades, se vuelven más confiados a la hora de probar alimentos y más independientes durante las comidas.
  • Apoyo a niños con problemas médicos o de desarrollo: Los niños con afecciones como autismo, trastorno del procesamiento sensorial, síndrome de Down, reflujo o prematuridad suelen beneficiarse enormemente de la terapia de alimentación pediátrica como parte de su plan general de cuidados.
  • Mayor participación social en las comidas: A medida que mejoran los problemas de alimentación, los niños suelen sentirse más cómodos participando en las comidas familiares, los almuerzos escolares y los actos sociales.

Qué esperar de una sesión de terapia de alimentación pediátrica

Cuando comience la terapia de alimentación pediátrica, el terapeuta de su hijo realizará una evaluación exhaustiva. Esto incluye la revisión del historial médico, los comportamientos alimentarios, las habilidades motoras orales, las preferencias sensoriales y las rutinas familiares a la hora de comer. A partir de ahí, se desarrolla un plan de tratamiento personalizado.

Las sesiones pueden incluir:

  • Práctica con nuevos alimentos
  • Juego sensorial para reducir las aversiones
  • Ejercicios de motricidad oral
  • Orientación y educación de los padres
  • Estrategias para crear estructura y coherencia en casa

La terapia siempre se adapta para satisfacer el nivel de comodidad y las necesidades del niño. Y lo que es más importante, la terapia de alimentación pediátrica es un proceso de colaboración en el que participan tanto el niño como sus cuidadores en cada paso.

Hacer que las comidas sean sanas y felices

Las sesiones de terapia pueden tener lugar en la comodidad de su propio hogar, lo que facilita la incorporación de estrategias de alimentación en su vida diaria. En Care Options for Kids trabajamos codo con codo con las familias para que la hora de comer sea más feliz, saludable y agradable.

Tanto si su hijo es quisquilloso con la comida como si padece un trastorno alimentario pediátrico, estamos aquí para guiar a su familia hacia un progreso duradero. La terapia de alimentación pediátrica va más allá de la comida - se trata de dar a su hijo las herramientas y el apoyo que necesitan para prosperar.

Nuestros terapeutas pediátricos altamente cualificados y experimentados sienten pasión por ayudar a los niños a superar las dificultades de alimentación. Entendemos que cada niño es único, y nos tomamos el tiempo para escuchar sus preocupaciones, observar los hábitos alimenticios de su hijo, y crear un plan adaptado sólo para ellos.

Programe hoy mismo la evaluación de los cuidados de su hijo

En Care Options for Kids, entendemos los desafíos únicos de cuidar a un niño con condiciones de salud básicas a complejas. Nuestro equipo dedicado de terapeutas pediátricos está aquí para apoyar a su familia con compasión, atención especializada adaptada a las necesidades de su hijo. Póngase en contacto con nosotros hoy para programar una evaluación y aprender cómo podemos ayudarle a navegar este viaje con confianza y cuidado.

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Este artículo tiene únicamente fines educativos e informativos. Siempre debe hablar con su terapeuta antes de poner en práctica esta información por su cuenta.

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