Recibir a una enfermera a domicilio puede ser una experiencia angustiosa. Por muy cualificada que esté la enfermera, una nueva persona entra en su vida y en la de su ser querido, y es necesario establecer un clima de confianza. También puede ser un momento difícil para el enfermero a domicilio, ya que entra en un nuevo hogar sin conocimiento previo del funcionamiento de la casa. Su enfermera a domicilio quiere proporcionarle los mejores cuidados posibles respetando su hogar y sus deseos. Pero no siempre es fácil para todos los miembros de la casa adaptarse a la nueva dinámica.
Dar la bienvenida
Una cálida bienvenida puede ayudar a calmar los nervios de todos. Dígale a la enfermera que debe sentirse cómoda en su casa y que usted está a su disposición para responder a cualquier pregunta que pueda surgir sobre la casa o los cuidados de su ser querido. Ofrézcale una visita guiada y asegúrese de indicarle las zonas importantes, como el cuarto de baño, dónde se guardan los medicamentos y dónde puede guardar la enfermera sus pertenencias.
Comunicarse abiertamente y discutir las expectativas
Cuanto más claro sea usted con las normas de la casa, más cómodo se sentirá el enfermero a domicilio al saber que está respetando su espacio. Por ejemplo, puede que usted prefiera que la enfermera no abra la puerta si suena el timbre, pero no le importa que utilice su cafetera. Hablar de las expectativas reducirá la ansiedad y facilitará la transición tanto para usted como para la enfermera.
En caso de duda, escríbalo
Usted es quien mejor conoce a su ser querido, así que cuando se trata de horarios, actividades y gustos/disgustos, se ha convertido en un experto. Compartir esta información con el enfermero a domicilio le dará una ventaja a la hora de conocer a su ser querido y lo que es importante para él. Aunque la conexión entre su ser querido y la enfermera parezca fuerte, los pequeños detalles pueden fortalecer la relación, lo que a su vez puede reforzar la salud y el estado de ánimo de su ser querido.
Estar abierto al cambio
Recuerde que su enfermera a domicilio está ahí para cuidar de su ser querido y puede tener sugerencias o ideas sobre cómo facilitarle las cosas. Puede tratarse de algo sencillo, como mover un mueble para que quepa el equipo médico necesario, o de algo más importante, como cambiar de habitación para que su ser querido esté más cerca del cuarto de baño. Usted ha traído a esta enfermera a su casa por su experiencia y apoyo, así que tómese su tiempo para escuchar y pensar en los cambios antes de tomar una decisión definitiva.
Tanto usted como la enfermera a domicilio tienen el mismo objetivo: proporcionar los mejores cuidados posibles a su ser querido. Es importante tener esto en cuenta mientras todos en el hogar se adaptan a la presencia de una nueva persona. Si se comunica con claridad y se muestra abierto a nuevas formas de cuidar a su ser querido, se creará un entorno comprensivo que beneficiará a todos los habitantes de la casa.