Incluso en los casos más leves, la cifosis infantil es una afección que requiere atención y cuidados serios. Si a su hijo le han diagnosticado cifosis de cualquier tipo o grado, la siguiente guía puede ayudarle a comprender mejor esta afección y el tratamiento y los cuidados que puede conllevar.
¿Qué es la cifosis?
La cifosis describe una curvatura anormal de la columna vertebral de delante hacia atrás. Una cierta curvatura forma parte de la estructura normal de la columna vertebral, pero la cifosis puede diagnosticarse cuando la curvatura es superior a 50 grados. Las personas con cifosis pueden tener un aspecto encorvado y, en los casos más graves, discapacidad física y trastornos funcionales.
Los médicos han identificado varios tipos de cifosis. Los tipos que pueden desarrollarse en niños y adolescentes incluyen:
- Cifosis postural: Aunque este tipo está relacionado con la postura, suele estar causado por problemas estructurales subyacentes. Puede tratarse con terapia postural y ejercicio.
- Cifosis congénita: Este tipo de cifosis está presente al nacer debido a un desarrollo anormal de la columna vertebral y suele empeorar con la edad. Suele ser necesaria la cirugía para frenar la progresión de la curvatura.
- Cifosis de Scheurman: Enfermedad extremadamente rara que provoca una cifosis grave y a veces dolorosa que suele desarrollarse en la adolescencia.
El tipo de cifosis diagnosticada puede marcar la diferencia en los síntomas mostrados y el tratamiento necesario en los niños.
Causas de la cifosis
Hay muchas razones por las que un niño puede desarrollar cifosis, entre ellas:
- Defectos congénitos del desarrollo de la columna vertebral
- Problemas posturales
- Lesiones y fracturas de la columna vertebral
- Enfermedad de Scheurman
- Degeneración de la columna vertebral y osteoporosis, normalmente en pacientes de edad avanzada.
Factores de riesgo de la cifosis
En algunos casos, es posible que los médicos no puedan identificar una causa. Los factores de riesgo pueden ser el sexo, los antecedentes familiares, otras anomalías congénitas, enfermedades e infecciones.
Síntomas de la cifosis
La cifosis no siempre provoca síntomas, pero los signos visibles y físicos de la afección incluyen:
- Encorvamiento visible de la parte superior de la espalda
- Inclinación del cuello y la cabeza hacia delante
- Dolores y molestias
- Síntomas neurológicos como hormigueo, entumecimiento y debilidad muscular
- Rigidez
- Dificultad para respirar
- Latidos anormales
- Problemas de movimiento
Complicaciones de la cifosis
Aunque la cifosis en los niños suele ser manejable, los casos no tratados pueden aumentar el riesgo de una serie de complicaciones. La cifosis puede asociarse a debilidad muscular en la espalda, el cuello y las zonas circundantes que puede disminuir el desarrollo físico, la movilidad y causar molestias. La cifosis grave también puede ejercer presión sobre los órganos circundantes y alterar potencialmente su funcionamiento, provocando problemas digestivos, respiratorios y cardiovasculares.
Aunque no es posible curar o corregir totalmente la cifosis, el diagnóstico y el tratamiento pueden contribuir a ralentizar el avance de la curvatura y mejorar la función.
Diagnóstico de la cifosis
Normalmente, los médicos pueden diagnosticar la cifosis en niños a simple vista, pero sigue siendo importante realizar un examen completo para identificar el tipo de cifosis presente y la salud general de la anatomía de la columna vertebral y los órganos circundantes. El diagnóstico de la cifosis debe incluir los siguientes pasos:
- Revisión del historial médico
- Un análisis detallado de los síntomas y de cómo están afectando a su hijo
- Un examen físico completo, que incluya pruebas de movimiento y postura.
- Imágenes diagnósticas, incluidas radiografías y resonancias magnéticas para determinar el grado de curvatura, detectar deformidades en las vértebras y la posible presencia de tumores u otros crecimientos.
- Pruebas nerviosas para determinar el origen de síntomas como hormigueo, entumecimiento y debilidad muscular, en caso de que estén presentes.
Tratamiento de la cifosis
Una vez que el médico haya diagnosticado el tipo y el grado de cifosis, el tratamiento dependerá de factores individuales como la gravedad de los síntomas y la forma en que estén afectando negativamente al nivel de actividad de su hijo. Algunos casos pueden no requerir tratamiento, mientras que la cifosis leve a moderada puede beneficiarse del entrenamiento postural, la fisioterapia y el uso de corsés. Si la afección causa dolor e incomodidad, los médicos pueden recomendar la medicación adecuada.
Dado que la columna vertebral de los niños aún se está desarrollando y creciendo, no se suelen recomendar procedimientos quirúrgicos para la cifosis infantil. Las posibles excepciones son los casos en los que la deformidad es lo suficientemente grave y dolorosa como para debilitar o poner en peligro la salud, o si hay un tumor u otro crecimiento presente.
Cuidar a un niño con cifosis
Los niños con cifosis suelen tener una serie de necesidades de cuidados que requieren atención. Esto puede incluir citas continuas de fisioterapia, necesidades dietéticas especiales, ayuda con aparatos ortopédicos y otros equipos, y control de la medicación. Algunos niños también se benefician de ayuda con asesoramiento emocional y/o conductual para adaptarse a la vida con esta afección.
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