Cualquier diagnóstico relacionado con el corazón de un niño pequeño es un momento aterrador y difícil para toda la familia. Este es especialmente el caso de enfermedades relativamente raras como la cardiopatía reumática. La cardiopatía reumática infantil es una enfermedad prevenible pero grave que afecta a la salud cardiaca de millones de niños en todo el mundo.
En la mayoría de los casos, con un tratamiento adecuado, la cardiopatía reumática infantil mejora. Sin embargo, debido a los daños permanentes que suele causar en el corazón, puede tener efectos a largo plazo. Comprender los pasos para el diagnóstico, el tratamiento y el cuidado de esta enfermedad puede ayudar a garantizar el mejor resultado posible para cualquiera que se enfrente a una cardiopatía reumática.
¿Qué es la cardiopatía reumática?
La cardiopatía reumática se produce cuando las válvulas del corazón resultan dañadas debido a una enfermedad conocida como fiebre reumática. Esta afección inflamatoria se da con mayor frecuencia en niños de entre cinco y 15 años. Aunque es poco frecuente en Estados Unidos, la cardiopatía reumática puede darse aquí y en otros países desarrollados.
Si usted o un ser querido padecen cardiopatía reumática infantil, la siguiente descripción general puede ayudarle a comprender mejor esta difícil enfermedad y los pasos más habituales del tratamiento.
Factores de riesgo de la cardiopatía reumática
Según la Organización Mundial de la Salud, la cardiopatía reumática es más frecuente en los países de renta baja y media, aunque también se da en naciones más ricas. En Estados Unidos era más frecuente en el siglo XX, pero aún se da en muchas comunidades indígenas, marginadas y de bajos ingresos.
El mayor factor de riesgo de cardiopatía reumática y casos subyacentes de fiebre reumática son las infecciones estreptocócicas no diagnosticadas o infratratadas. Los niños con infecciones estreptocócicas repetidas y acceso reducido a la atención médica representan el grupo de mayor riesgo de cardiopatía reumática. La escarlatina, una infección estreptocócica específica que provoca una erupción de color rojo brillante, es otra enfermedad que puede provocar tanto fiebre reumática como cardiopatía reumática en los niños.
Causas de la cardiopatía reumática
La fiebre reumática está causada por la respuesta inmunitaria natural del organismo a estas infecciones bacterianas. El resultado es un aumento de la inflamación en todo el organismo. En algunos casos, sobre todo si la respuesta inmunitaria es prolongada, la inflamación puede empezar a dañar tejidos conjuntivos importantes, como las articulaciones, la piel, el cerebro o el corazón.
Cuando esta respuesta inmunitaria inflamatoria empieza a dañar el corazón, se diagnostica como cardiopatía reumática.
Síntomas de la cardiopatía reumática
Los síntomas de la cardiopatía reumática en niños pueden comenzar entre una y seis semanas después de una infección de garganta por estreptococos e incluyen los siguientes:
- Fiebre
- Articulaciones dolorosas y sensibles, sobre todo en rodillas, tobillos, codos y muñecas.
- Dolor en una articulación que migra a otra articulación
- Dolores torácicos
- Irregularidades y soplos cardíacos
- Dificultad para respirar
- Erupción plana o ligeramente elevada, indolora y con un borde irregular
- Hinchazón de los pies o los tobillos
- Fatiga
- Bultos o nódulos bajo la piel, indoloros
- Movimientos incontrolados de brazos, piernas y cara
- Estallidos de comportamiento inusual, como llanto o risa inapropiada, que acompañan a la corea de Sydenham.
Dado que estos síntomas pueden ser similares a los de otras afecciones, siempre debe acudir a un médico para que le diagnostique si presenta alguno de ellos.
Diagnóstico de la cardiopatía reumática
Al diagnosticar una cardiopatía reumática en niños, uno de los primeros pasos será siempre comprobar si ha habido una infección estreptocócica reciente, ya que suelen estar relacionadas. Como procedimiento habitual, los médicos también suelen revisar la historia clínica completa, hacer preguntas sobre los síntomas y las actividades recientes y realizar una exploración física.
Entre los pasos diagnósticos adicionales para diagnosticar la cardiopatía reumática en niños se incluyen:
- Comprobación de soplos o roces cardíacos a través de un estetoscopio
- Ecocardiograma, una prueba de imagen que utiliza ondas sonoras para detectar daños o disfunciones del corazón.
- Electrocardiograma, que mide la actividad eléctrica del corazón, normalmente para detectar arritmias.
- Análisis de sangre para detectar indicadores de infección o inflamación
- Radiografía de tórax y/o resonancia magnética cardiaca
Tratamiento de la cardiopatía reumática
El tratamiento específico depende de la edad del niño, su estado general de salud y la gravedad de la afección. Pueden recetarse antibióticos durante un largo periodo de tiempo para garantizar que la infección bacteriana se ha eliminado por completo y evitar que reaparezca.
Los antiinflamatorios también son habituales para reducir la respuesta inflamatoria y la fiebre.
En casos de cardiopatía reumática con daños importantes, un cardiólogo pediátrico puede recomendar la cirugía para reparar el corazón.
Cuidar a un niño con cardiopatía reumática
Tanto si se recuperan de la propia enfermedad como de una intervención quirúrgica relacionada, los niños con cardiopatía reumática pueden tener necesidades de cuidados complejas y a largo plazo. A menudo, habrá que hacer un seguimiento continuo para asegurarse de que la cardiopatía no empeora y los cuidadores tendrán que asegurarse de que el paciente toma la medicación prescrita según las indicaciones. Los niños también suelen tener que hacer frente a restricciones de actividad y a determinados efectos secundarios del tratamiento.
Para muchas familias, los servicios pediátricos a domicilio pueden ser un aspecto necesario y beneficioso del proceso de tratamiento y recuperación de la cardiopatía reumática.
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