Trastorno del procesamiento sensorial (TPS)

Terapia ocupacional

Trastorno del procesamiento sensorial (TPS)

14 de enero de 2025

Por Care Options for Kids

¿Su hijo es sensible a los sonidos, quisquilloso con las texturas de la ropa o propenso a las crisis en lugares bulliciosos? Podría tratarse de algo más que una preferencia o un rasgo de personalidad: podría padecer un trastorno del procesamiento sensorial (TPS). El TPS afecta a la forma en que los niños perciben y responden a los estímulos sensoriales, lo que repercute en su vida cotidiana y en la dinámica general de su familia.

Esta afección puede plantear muchos retos, pero con el apoyo adecuado, estrategias y un poco de paciencia, los niños con SPD pueden prosperar. A continuación, le explicaremos qué es el SPD, los síntomas comunes, las posibles causas, el diagnóstico, las opciones de tratamiento y consejos sobre cómo puede ayudar mejor a su hijo.

¿Qué es el trastorno del procesamiento sensorial?

El trastorno del procesamiento sensorial (TPS) se produce cuando el cerebro tiene problemas para recibir, organizar y responder a la información de los sentidos. En los niños con TPS, las señales sensoriales procedentes del tacto, el sonido o el movimiento pueden confundirse y provocar reacciones exageradas o insuficientes. Esto puede hacer que ciertas actividades cotidianas les resulten abrumadoras o incluso angustiosas.

Aunque el TEP no está clasificado oficialmente como un trastorno independiente, a menudo se observa en niños con trastornos del desarrollo, como el trastorno del espectro autista (TEA), aunque puede existir por sí solo. ¿La buena noticia? Comprender e identificar el TEP puede ayudarle a satisfacer mejor las necesidades de su hijo, mejorando su comodidad y su capacidad para desenvolverse en la vida cotidiana.

Síntomas de SPD

Los síntomas del trastorno del procesamiento sensorial varían mucho y cada niño puede mostrar signos diferentes y reaccionar a los distintos sentidos de formas únicas. Los síntomas del trastorno del procesamiento sensorial pueden dividirse en las categorías de hipersensibilidad, hiposensibilidad y problemas de comportamiento relacionados con esta afección.

Sensibilidad excesiva (hipersensibilidad)

Los niños que experimentan hipersensibilidad pueden sentirse abrumados por sensaciones cotidianas que la mayoría de la gente considera manejables o apenas percibe. Estas son algunas de las formas más comunes en que la hipersensibilidad puede manifestarse en niños con SPD:

  • Se abruma fácilmente con ruidos fuertes o luces brillantes.
  • Rechazo a llevar determinados tejidos debido a su textura.
  • Aversión a ensuciarse las manos o a tocar ciertos materiales.
  • Reacciones fuertes a sabores, olores o texturas de los alimentos.

Falta de sensibilidad (hiposensibilidad)

Por otro lado, algunos niños con SPD tienen hipersensibilidad, es decir, no registran los estímulos sensoriales con la misma intensidad que otros. Esto puede llevarles a buscar sensaciones intensas para sentirse regulados y comprometidos. Estos son algunos signos comunes de hipersensibilidad en niños con SPD:

  • Deseo de experiencias sensoriales intensas, como balancearse, girar o chocar contra objetos.
  • Parecer inconsciente del dolor o la incomodidad.
  • Disfruta tocando todo lo que está a su alcance y busca constantemente el contacto físico.
  • Dificultad para percibir el hambre o los cambios de temperatura.

Retos de comportamiento

Las dificultades sensoriales suelen repercutir en el comportamiento, ya que los niños con TPS se enfrentan a las dificultades de procesar los estímulos sensoriales. Esto puede hacer que las actividades diarias, las interacciones sociales y las rutinas resulten abrumadoras. Estos son algunos signos de comportamiento que pueden indicar dificultades en el procesamiento sensorial:

  • Crisis o rabietas en entornos ajetreados o desconocidos.
  • Dificultad para seguir instrucciones o concentrarse en las tareas.
  • Demasiado cauteloso o ansioso ante nuevas experiencias.
  • Evitación del contacto visual, retraimiento social o aparente mal humor.

Comprender los desencadenantes y comportamientos específicos que afectan a su hijo puede ser útil para fomentar su comodidad y reducir el estrés relacionado con la SPD.

¿Cuáles son las causas del trastorno del procesamiento sensorial?

Aún no se conocen del todo las causas de la SPD, pero los investigadores han identificado algunos factores que contribuyen a ella:

  • Genética: Los estudios sugieren un componente hereditario, ya que el SPD suele aparecer en familias con otras afecciones sensoriales o del desarrollo.
  • Factores prenatales y de nacimiento: El nacimiento prematuro o las complicaciones durante el embarazo o el parto pueden aumentar el riesgo de SPD.
  • Factores ambientales: Los entornos infantiles que carecen de estímulos sensoriales variados pueden contribuir, mientras que los entornos excesivamente estimulantes también pueden desempeñar un papel.
  • Diferencias neurológicas: Algunos investigadores proponen que el SPD podría deberse a diferencias en la estructura o el funcionamiento del cerebro, sobre todo en la forma de procesar la información sensorial.

Diagnóstico SPD

A veces puede ser difícil diagnosticar un TEP porque los síntomas pueden parecerse a los del TDAH, el autismo o la ansiedad. Por lo general, un terapeuta ocupacional (TO) realizará una evaluación para diagnosticar el SPD. Esta evaluación puede consistir en observar cómo reacciona su hijo a diferentes estímulos y tareas sensoriales, así como en hacerle preguntas sobre sus experiencias cotidianas.

En algunos casos, un equipo multidisciplinar, que puede incluir psicólogos y logopedas, trabaja conjuntamente para comprender en profundidad los problemas sensoriales del niño y descartar otras afecciones. El proceso de diagnóstico es esencial porque ayuda a crear un enfoque individualizado para apoyar las necesidades únicas de su hijo.

Opciones de tratamiento para el trastorno del procesamiento sensorial

No existe un tratamiento único para el TPS, pero varios enfoques han demostrado ser prometedores para ayudar a los niños a gestionar los desafíos sensoriales:

  • Terapia ocupacional (TO): La TO es el tratamiento de referencia para los TPS. Mediante actividades guiadas, los terapeutas ocupacionales ayudan a los niños a sentirse más cómodos con los estímulos sensoriales. Por ejemplo, pueden utilizar la terapia de integración sensorial, exponiendo a los niños a estímulos de una forma segura y controlada para crear tolerancia con el tiempo.
  • Dietas sensoriales: Una "dieta sensorial" es un plan personalizado que incluye actividades adaptadas a las necesidades sensoriales de tu hijo. Si tu hijo es hiposensible, puede incluir saltos, columpios u otras actividades físicas para satisfacer su ansia sensorial. En el caso de los niños hipersensibles, puede incluir técnicas calmantes como la respiración profunda o el juego tranquilo en una habitación poco iluminada.
  • Modificaciones en el hogar: Modificar el entorno del hogar puede suponer una gran diferencia. Por ejemplo, los auriculares con cancelación de ruido pueden ayudar con la sensibilidad al sonido, mientras que las mantas con peso proporcionan una sensación calmante de presión para los niños que anhelan el tacto.
  • Actividades terapéuticas en casa: Incorporar el juego terapéutico a las rutinas diarias puede ayudar a los niños con SPD a practicar el procesamiento de la información sensorial en un entorno de bajo riesgo. Actividades sencillas como jugar con juguetes texturizados, trabajar ejercicios de equilibrio o disfrutar de juegos acuáticos pueden tener grandes beneficios.
  • Terapia del habla y del lenguaje: Para los niños con SPD que también luchan con la comunicación, la terapia del habla y del lenguaje puede ser útil. Los logopedas suelen trabajar con los niños para mejorar las interacciones sociales y ayudarles a sentirse más cómodos en entornos de comunicación.

Cuidar a un niño con trastorno del procesamiento sensorial

Cuidar a un niño con SPD es un viaje que implica paciencia, creatividad y empatía. Aquí tienes algunos consejos sencillos y divertidos que te ayudarán a apoyar a tu hijo:

1. Observar e identificar los factores desencadenantes

Dedique tiempo a observar qué tipos de estímulos sensoriales parecen desencadenar determinadas reacciones en su hijo. Lleva un registro de las situaciones, alimentos, texturas o sonidos que le provocan. Conocer sus desencadenantes puede ayudarte a planificar en consecuencia y evitar angustias innecesarias.

2. Crear espacios sensoriales

Establezca en su casa un espacio tranquilizador y sensorial donde su hijo pueda refugiarse cuando las cosas le resulten abrumadoras. Puede ser un rincón acogedor con mantas suaves, luz tenue o juguetes tranquilos que proporcionen confort sin una estimulación excesiva.

3. Tenga en cuenta los cambios de rutina

Los niños con SPD suelen sentirse más seguros con rutinas predecibles. Los cambios repentinos, los entornos nuevos o los ruidos fuertes inesperados pueden ser estresantes. Avisar al niño con suficiente antelación y prepararlo gradualmente para el cambio puede ayudarle a sentir que tiene más control.

4. Fomentar las habilidades de autorregulación

Ayude a su hijo a aprender a regular sus propias necesidades sensoriales introduciendo actividades que le calmen o le den energía según sea necesario. Los ejercicios de respiración profunda, apretar pelotas antiestrés o incluso mascar chicle pueden ser estrategias calmantes que pueden utilizar de forma autónoma.

5. Refuerzo positivo

Reconozca y elogie a su hijo cuando supere situaciones difíciles. El refuerzo positivo puede contribuir en gran medida a aumentar su confianza y comodidad con los estímulos sensoriales.

6. Busque apoyo y manténgase conectado

Encontrar una comunidad de otros padres, ya sea en línea o localmente, puede proporcionar una valiosa red de apoyo. Compartir experiencias, consejos y ánimos con otras personas que entienden el TEP puede ser alentador para usted como padre y beneficioso para su hijo.

7. Celebrar las pequeñas victorias

El progreso de un niño con SPD puede ser lento y gradual, pero merece la pena celebrar cada pequeño paso adelante. Ya sea tolerando una nueva textura o manejando un entorno ruidoso sin angustiarse, son grandes logros que merecen reconocimiento.

Cómo ayudar a un niño con trastorno del procesamiento sensorial

El Trastorno de Procesamiento Sensorial puede ser un reto, pero recuerde que no está solo en este viaje. Con comprensión, paciencia y algunas estrategias sensoriales, puede crear un entorno más cómodo y propicio para su hijo. Si trabajas en estrecha colaboración con terapeutas cualificados, construyes un hogar favorable a los sentidos y capacitas a tu hijo para gestionar sus necesidades sensoriales, estarás preparando el terreno para que tu hijo prospere.

Con la orientación adecuada y un sistema de apoyo sólido, tu hijo puede aprender a superar los retos sensoriales y disfrutar de nuevas experiencias de una forma que le resulte segura y satisfactoria. Sigue avanzando, celebra las victorias y recuerda que cada pequeño paso es una victoria.

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Este artículo tiene únicamente fines educativos e informativos. Siempre debe hablar con su propio terapeuta antes de implementar esta información por su cuenta.

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