Se podría pensar que en octubre el calvario de la programación habrá terminado. Pero estaría olvidando que la programación nunca está completa. Hay horarios de servicio cambiantes, alumnos que progresan y se gradúan y, por supuesto, ¡nuevas remisiones! El tiempo de logopedia, dado que a menudo se proporciona de forma individual o en grupos muy pequeños, es una de las últimas piezas del horario de un niño en encajar. Para el logopeda escolar, esto significa trabajar con flexibilidad en función de los horarios de los demás. Por muy bueno que sea ser flexible, hay veces en que se necesita la flexibilidad de los demás, y conseguir la flexibilidad del personal de la escuela requiere paciencia y habilidad.
Hay tantas prioridades de instrucción dentro del corto día escolar, incluso en el nivel elemental - alfabetización básica, habilidades matemáticas, oportunidades sociales y de grupos pequeños, tiempo de movimiento activo, y la exposición a la ciencia y la tecnología. Trabajar con todas estas actividades cambiantes y garantizar al mismo tiempo que todos los alumnos hagan cosas que les gustan y que se les dan bien, que estén expuestos a nuevas ideas y conceptos, y que dispongan del tiempo y el apoyo adecuados para trabajar en las cosas que les resultan difíciles, puede ser todo un reto. Los profesores, otros especialistas y los administradores forman parte de su equipo para atender a estos alumnos, y la gestión de las prioridades requiere flexibilidad por parte de todos. He aquí algunos consejos para conseguir la flexibilidad que necesita para atender mejor a los alumnos de su grupo.
3 consejos para conseguir la flexibilidad del personal escolar
1. Pídelo (Y Explícalo)
Me encanta llevar mi horario a los profesores para que le echen un vistazo. Destaco los grupos en los que podría encajar su alumno, así como los huecos disponibles. Y me aseguro de hacer hincapié en cómo los objetivos del habla/lenguaje apoyan el trabajo en el aula. "Creo que es muy importante que progrese en estos sonidos del habla este año, sobre todo en lo que se refiere a sus habilidades de escritura y ortografía". "Parece que tiene muchas dificultades en las evaluaciones de vocabulario. ¿Se dedica tiempo de clase al vocabulario? ¿Qué pasaría si ella viniera al habla durante ese tiempo y utilizara el vocabulario de la clase para abordar los objetivos del habla? Tendría más oportunidades de utilizar las palabras y yo podría averiguar qué es lo que le dificulta las evaluaciones."
2. Dar opciones
Sí, como cuando trabajas con tus alumnos. O con niños pequeños. Todo el mundo se siente más valorado y en control cuando se le dan opciones. "Entonces, si tenemos que utilizar este tiempo en concreto, ¿es mejor que estemos en el aula o que trabajemos en la sala de logopedia?". "Si va a perder parte de este tiempo, ¿es mejor al principio de la instrucción o durante el tiempo de trabajo independiente?".
3. Mantener la perspectiva, el sentido del humor y la gratitud
¿Ese alumno que tarda mucho en caminar por el pasillo? ¿El hecho de que el horario de música cambió después de que por fin arreglaste la hora de la terapia de 2º grado? A veces hay que reírse. Y respirar hondo antes de volver a sumergirte en todo. Recuerda que tu trabajo es muy importante, pero no es tan importante como gestionar los códigos nucleares. Acércate al personal de la escuela con esta misma actitud, abriendo tu correo electrónico con un "Bueno, los mejores planes . . . " y terminando con un "Muchas gracias por su paciencia y flexibilidad. Al final todo saldrá bien".
Nuestros alumnos tienen muchas exigencias, y los equipos de IEP diseñan los servicios para apoyar el éxito del alumno. Si tiene problemas para llegar a un consenso sobre el horario de un alumno en particular, quizá sea el momento de celebrar una reunión de equipo para examinar las actas de los servicios y hablar de cuáles son las prioridades. No pierdas de vista el panorama general.
