La sanidad suele ser lo primero en lo que piensa la gente cuando piensa en un sector con una finalidad. El trabajo de cualquier trabajador sanitario consiste en proporcionar atención y tratamiento a las personas que padecen enfermedades, lesiones u otros problemas de salud, con la esperanza de mejorar su bienestar general y su calidad de vida. Esta misión tiene un valor innegable, pero sigue dependiendo de los profesionales sanitarios y de las organizaciones para las que trabajan llevarla a cabo.
Aquí es donde puede entrar en juego la cultura organizativa.
¿Qué es la cultura organizativa?
En la sociedad humana, la cultura describe el comportamiento social colectivo de un determinado grupo de personas, incluido el lenguaje, los modales, las costumbres e incluso el arte. La cultura organizativa es esta idea aplicada a cualquier organización, incluidas empresas, grupos sin ánimo de lucro, instituciones educativas y clubes privados.
La ventaja de tener una cultura organizativa fuerte e identificable es que permite trabajar juntos a grandes grupos de personas, a menudo con antecedentes y actitudes diversas. Una organización con una cultura positiva y funcional tiene más probabilidades de retener a sus miembros y alcanzar los objetivos que se propone.
Hay muchas razones por las que la cultura organizativa es importante para la atención sanitaria, que trataremos más adelante, pero en última instancia se trata de permitir que las organizaciones sanitarias cumplan mejor su misión de ayudar a las personas a mejorar.
Los beneficios de una sólida cultura sanitaria organizativa
En primer lugar, es importante explicar cómo debe ser una cultura positiva en una organización sanitaria. El centro de atención de cualquier cultura organizativa, en particular la sanitaria, deben ser las personas. Esto significa tener expectativas claras de respeto mutuo, amabilidad, empatía, honestidad y confianza para cada persona e interacción, incluidos compañeros de trabajo y pacientes.
La cultura organizativa también puede dictar la ética laboral del grupo. Con claridad y coherencia en las funciones, obligaciones y alcance de las descripciones de los puestos de trabajo, los compañeros pueden coordinarse mejor y ser más eficientes a la hora de ayudar a la gente.
Para lograrlo, es necesario que los líderes de la organización se sienten y desarrollen un conjunto de principios básicos sobre los que creen que debe construirse su cultura organizativa. Crear una cultura funcional y positiva en una organización sanitaria lleva tiempo y debe empezar desde arriba para fomentar la implicación de todos los miembros.
Al desarrollar una cultura ética, centrada en las personas y en el deber, las organizaciones sanitarias pueden beneficiarse de las siguientes maneras:
- Mejor satisfacción del paciente y mejores resultados: Un grupo sanitario con una cultura centrada en el paciente, que se centra en atender a las personas que acuden a él en busca de ayuda, estará mejor capacitado para ofrecer un tratamiento que cumpla los objetivos de bienestar de sus pacientes.
- Crecimiento y retención de los empleados: La rotación de personal es un reto importante para muchas instituciones y empresas sanitarias, sobre todo en los últimos años. A ello contribuye en gran medida la falta de una cultura positiva y enriquecedora en el lugar de trabajo. Si los miembros del equipo se sienten valorados, comprendidos y con autonomía en sus funciones y responsabilidades gracias a una buena formación y desarrollo, es más probable que permanezcan en la organización.
- Mayor eficacia operativa: Tanto si una organización sanitaria es una institución sin ánimo de lucro como una empresa con ánimo de lucro, lo más probable es que siga funcionando con un presupuesto ajustado. Una cultura organizativa que dé prioridad a las personas puede mejorar la eficacia operativa de muchas maneras. Retener a los empleados, tener pacientes satisfechos y fieles y disponer de flujos de trabajo organizativos claros son sólo algunas de las formas en que una cultura empresarial positiva puede promover operaciones eficientes y estables a largo plazo.
Más información sobre nuestra cultura centrada en las personas
Durante más de 20 años, Care Options for Kids ha llevado amor, luz y risas a hogares y comunidades. Lo hacemos basándonos en una cultura organizativa que sitúa a las personas, incluidos nuestros pacientes y miembros del equipo, en el centro de todo lo que hacemos.
Nuestra misión es marcar la diferencia en cada vida que tocamos proporcionando una atención domiciliaria que inspire a las personas a vivir la vida al máximo. Desde los clientes y pacientes que atendemos hasta nuestro equipo interno y cuidadores, nos dedicamos a ser su socio de confianza en su viaje con nosotros.
En Care Options for Kids, ésta es la base de nuestra cultura organizativa:
- Trabajar en equipo.
- Cuidar profundamente de todas las personas.
- Hacer lo que decimos que haremos.
- El poder de las relaciones.
- Celebrar la vida a diario.
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