Una crisis tónico-clónica es lo que la mayoría de la gente asocia con la idea de alguien que sufre una crisis como consecuencia de la epilepsia u otro trastorno convulsivo. Este tipo de crisis solía conocerse como crisis de "gran mal", aunque este término ya no se utiliza con tanta frecuencia.
¿Qué es una crisis tónico-clónica?
El término crisis tónico-clónica hace referencia a las dos fases tónica y clónica que componen el episodio. La fase tónica describe la rigidez inicial de los músculos durante la crisis, mientras que la fase clónica indica espasmos y sacudidas.
Aunque estas convulsiones pueden ser alarmantes de presenciar, si se conocen las causas, los signos de aparición y las medidas a tomar, los niños que sufren convulsiones tónico-clónicas pueden recibir la atención y los cuidados que necesitan. Nos complace compartir la siguiente guía informativa para ayudarle a implicarse más y colaborar más estrechamente con los médicos y otros profesionales del tratamiento para controlar esta afección.
Cómo identificar las crisis tónico-clónicas
Al igual que otras convulsiones, una convulsión tónico-clónica está causada por una interrupción de los impulsos eléctricos normales en el cerebro. Las crisis tónico-clónicas pueden iniciarse en ambos lados del cerebro o en un solo lado, donde se denominan crisis tónico-clónicas de inicio generalizado y crisis tónico-clónicas focales a bilaterales, respectivamente.
Hay cuatro fases principales de una convulsión tónico-clónica, que incluyen:
- Periodo de aura: Antes de una crisis tónico-clónica completa, suele haber una crisis parcial conocida como aura. Se caracteriza por sensaciones y comportamientos anormales, como olores extraños, vértigo, ansiedad o malestar estomacal.
- Fase tónica: El inicio de la convulsión completa puede implicar pérdida de conocimiento y caída. La rigidez de los músculos puede provocar una serie de signos visibles, como gemidos o gritos al expulsar el aire de los pulmones, espuma o saliva en la boca y la posibilidad de morderse el labio, la lengua o la mejilla. Esta fase también puede dificultar la respiración.
- Fase clónica: Durante los siguientes uno a tres minutos, la crisis entrará en una actividad clónica de sacudidas y espasmos. Esta actividad irá perdiendo intensidad a medida que los músculos empiecen a relajarse.
- Periodo postictal o postconvulsivo: Mientras el cerebro y el cuerpo se recuperan, la persona que sufre la crisis puede permanecer inconsciente o parecer dormida. Recuperará lentamente la consciencia y a menudo notará molestias, dolores y otros malestares. Puede tener alguna pérdida de memoria en torno al suceso.
Aunque presenciar una convulsión tónico-clónica puede resultar perturbador, el episodio suele resolverse por sí solo en cuestión de minutos. Es importante asegurarse de que la zona circundante está libre de objetos y de que la persona está de lado durante la crisis. Nunca introduzca nada en la boca de una persona que esté experimentando cualquier tipo de convulsión.
¿Cuáles son las causas de las crisis tónico-clónicas?
Las crisis tónico-clónicas pueden deberse a un trastorno convulsivo, como la epilepsia, o estar relacionadas con otra causa. Si su hijo ha sufrido una crisis convulsiva, es fundamental que acuda a un médico cualificado para que le diagnostique y le trate.
Diagnóstico de las crisis tónico-clónicas
Para diagnosticar la causa subyacente de una crisis tónico-clónica, los médicos realizarán una evaluación exhaustiva que incluye la revisión del historial médico, la formulación de preguntas sobre los episodios convulsivos y la realización de una serie de pruebas diagnósticas. Las pruebas pueden incluir imágenes por resonancia magnética (IRM) del cerebro y electroencefalografía (EEG) para confirmar la presencia de epilepsia o descartar otras causas.
Opciones de tratamiento de las crisis tónico-clónicas
El control de las convulsiones tónico-clónicas puede implicar medidas de tratamiento personalizadas, como medicación anticonvulsiva, estimulación nerviosa eléctrica y terapia nutricional. Los medicamentos específicos incluyen anticonvulsivos como la etosuximida (Zarontin), la lamotrigina (Lamictal) y el ácido valproico (Depakene). Debido a los efectos secundarios y a las respuestas individuales, el tipo adecuado de medicación variará de un paciente a otro.
La terapia conductual y el asesoramiento también pueden ayudar a gestionar los problemas emocionales relacionados con trastornos convulsivos como la epilepsia y ayudar a los niños y a sus familias a afrontar la enfermedad.
Cuidados de un niño con crisis tónico-clónicas
Para muchas familias, los servicios pediátricos a domicilio pueden ser una parte esencial del tratamiento de las convulsiones tónico-clónicas y otras afecciones relacionadas, como la epilepsia. Una enfermera experimentada puede ayudar a su familia a conseguir el mejor resultado posible con cualquier trastorno convulsivo, asistiendo en necesidades como la gestión de la medicación, la nutrición y la supervisión 1:1.
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