La artrosis afecta a millones de personas en todo el mundo. Es la forma más común de artritis y se produce cuando el cartílago protector de los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo.
La artrosis puede dañar cualquier articulación del cuerpo, pero suele afectar a las articulaciones de las manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral. Aunque la artrosis no puede revertirse, los síntomas suelen poder controlarse eficazmente.
Síntomas de la artrosis
Los síntomas de la artrosis tienden a desarrollarse lentamente y a empeorar con el tiempo. Los primeros signos de la artrosis suelen ser dolor, hinchazón, sensibilidad y calentamiento de la piel sobre la articulación afectada. Otros síntomas de la artrosis son:
- Dolor: Las articulaciones pueden doler durante o después del movimiento.
- Sensibilidad: Las articulaciones pueden sentirse sensibles cuando se aplica una ligera presión.
- Rigidez: La rigidez articular es más evidente al levantarse por la mañana. La rigidez también puede empeorar después de la inactividad o en condiciones climáticas más frías.
- Chirrido: Las personas con artrosis pueden oír o sentir una sensación de chirrido cada vez que se utiliza la articulación.
- Pérdida de flexibilidad: Las personas con artrosis pueden no ser capaces de mover una articulación en toda su amplitud de movimiento.
- Espolones óseos: Los espolones óseos son trozos adicionales de hueso que parecen bultos duros y pueden formarse alrededor de la articulación afectada.
Tipos de artrosis
Existen dos tipos principales de artrosis: primaria y secundaria.
- La artrosis primaria es un tipo de artrosis más generalizada que afecta a los dedos, los pulgares, la columna vertebral, las rodillas y las caderas.
- La artrosis secundaria suele producirse tras una lesión, como una lesión repetitiva, una lesión relacionada con el deporte o una inflamación dentro de una articulación.
Causas de la artrosis
Cuando el cartílago que amortigua el extremo de los huesos en las articulaciones se deteriora, se produce la artrosis. Cuando está sano, este cartílago es firme y resbaladizo y permite un movimiento articular casi sin fricción. Sin embargo, cuando aparece la artrosis, el cartílago se vuelve áspero. Con el tiempo, el cartílago puede desgastarse por completo, dejando que el hueso roce con el hueso.
Factores de riesgo de la artrosis
Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de osteoartritis. Entre ellos se incluyen:
- Edad: El riesgo de osteoartritis aumenta a medida que el individuo envejece.
- El sexo: Las mujeres son más propensas a desarrollar artrosis que los hombres.
- El peso: Las personas obesas tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar artrosis. El sobrepeso contribuye a la artrosis de diversas maneras. Por ejemplo, el aumento de peso puede añadir tensión a las articulaciones que soportan peso, como las rodillas y las caderas.
- Lesiones articulares: Las personas que han sufrido una lesión en una articulación a causa de un accidente, la práctica de un deporte u otro motivo, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar artrosis.
- Estrés laboral: Ciertas ocupaciones, como las que incluyen someter a una articulación concreta a esfuerzos repetitivos, pueden contribuir al desarrollo de la artrosis.
- Genética: Algunos individuos pueden heredar una tendencia a desarrollar osteoartritis.
¿Cómo se diagnostica la artrosis?
Si su médico sospecha que padece artrosis, examinará detenidamente la articulación afectada. Comprobará si hay sensibilidad, hinchazón o enrojecimiento, así como la amplitud de movimiento de la articulación.
A veces el médico puede recomendar pruebas de imagen y de laboratorio. El diagnóstico por imagen y las pruebas de laboratorio, que incluyen análisis de sangre, análisis de líquidos, radiografías y resonancias magnéticas, pueden ayudar a diagnosticar la artrosis.
Complicaciones de la artrosis
La artrosis empeora con el tiempo porque es una enfermedad degenerativa. Las complicaciones son el dolor y la rigidez articular, que pueden llegar a ser tan graves que dificulten las tareas cotidianas.
Algunas personas desarrollan síntomas tan graves que se dan cuenta de que ya no pueden trabajar. Cuando el dolor articular es intenso, un profesional médico puede sugerir la cirugía de sustitución articular.
Prevención de la artrosis
Aunque no hay forma de asegurarse de que no se desarrollará artrosis, existen ciertos cambios en el estilo de vida que pueden ayudarle a mejorar la salud de sus articulaciones y disminuir las probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Una de las mejores cosas que puede hacer es controlar su riesgo laboral. Si tiene un trabajo que implica muchos movimientos repetitivos (como arrodillarse, levantar objetos, girar o caminar), hable con su médico sobre cómo puede reducir el riesgo de osteoporosis.
Otra forma estupenda de reducir el riesgo de padecer artrosis es hacer ejercicio con regularidad. Los ejercicios de bajo impacto, como el entrenamiento de fuerza y los estiramientos, junto con el ejercicio aeróbico, pueden mantener sanas las articulaciones. Esto también puede ayudarle a mantener un peso saludable, que es una de las mejores cosas que puede hacer para reducir el riesgo de desarrollar osteoartritis.
Tratamiento de la artrosis
Por el momento, la artrosis no tiene marcha atrás. Sin embargo, los síntomas pueden tratarse eficazmente con cambios en el estilo de vida, fisioterapia, medicación y, en algunos casos, cirugía.
Si padece artrosis, es probable que el médico le recomiende una combinación de los siguientes tratamientos:
- Medicamentos: Uno de los síntomas más comunes de la artrosis es el dolor, que puede ser sostenido por ciertos medicamentos como el paracetamol, los AINE y Cymbalta.
- Terapia: Algunas terapias, como la fisioterapia, la terapia ocupacional, el Tai Chi y el yoga, pueden ayudar a controlar los síntomas de la artrosis.
- Procedimientos quirúrgicos: A veces, los tratamientos conservadores no ayudan a aliviar o controlar los síntomas de la artrosis. En los casos más graves, los procedimientos quirúrgicos y de otro tipo pueden ayudar. Entre ellos se incluyen procedimientos como inyecciones de cortisona, inyecciones lubricantes, realineación de huesos y cirugía de sustitución articular.
Estilo de vida y remedios caseros para la artrosis
Cuando se trata de controlar los síntomas de la artrosis, los cambios en el estilo de vida pueden ser una de las formas más eficaces de marcar una diferencia significativa.
- Ejercicio: El ejercicio no sólo aumenta la resistencia, sino que puede ayudar a fortalecer los músculos que rodean las articulaciones, lo que las hace más estables. Caminar, montar en bicicleta y nadar proporcionan ejercicio sin sobrecargar demasiado las articulaciones.
- Pérdida o control de peso: El sobrepeso sobrecarga las articulaciones que soportan peso, como las caderas y las rodillas. Perder peso o mantener un peso saludable puede reducir significativamente el dolor relacionado con la artrosis.
- Controlar el dolor con la temperatura: Tanto el frío como el calor pueden ayudar a aliviar el dolor y las articulaciones. El frío puede aliviar los espasmos musculares, mientras que el calor puede aliviar la rigidez. Además, la capsaicina, un componente activo de los pimientos picantes, puede aplicarse en una articulación artrósica como alternativa para las personas que no pueden tomar AINE. La crema se calienta tras su aplicación y puede reducir el dolor y la rigidez.
- Plantillas: Las plantillas de zapatos pueden ayudar a reducir cualquier dolor que se experimente al estar de pie o caminar, inmovilizando o sujetando las articulaciones.
- Dispositivos de ayuda: Ciertos dispositivos de asistencia pueden facilitarle el día a día sin sobrecargar una articulación dolorida. Esto incluye cosas como un bastón y un dispositivo de estabilidad que puede ayudar a aliviar el peso de la cadera o la rodilla al caminar.
Artículo relacionado: El mejor plan dietético para las personas con artrosis
Póngase en contacto con Care Options for Kids para solicitar servicios de atención sanitaria a domicilio
Si usted o un ser querido de edad avanzada está considerando servicios de atención médica a domiciliopóngase en contacto con el personal de Care Options for Kids. Llame hoy al (888) 592-5855.