Cómo cuidar a los padres ancianos tras un ictus

Terapia pediátrica

Cómo cuidar a los padres ancianos tras un ictus

5 de julio de 2018

Por Care Options for Kids

Según la National Stroke Association, "Los cuidadores familiares pueden promover resultados positivos de recuperación tras un ictus; sin embargo, también necesitan cuidarse a sí mismos." Dado que un ictus suele ser repentino e inesperado, los cambios en el estilo de vida a menudo pueden ser bruscos tanto para el cuidador como para el progenitor anciano al que cuidan. Es fácil verse atrapado en el cuidado de su ser querido y, antes de que se dé cuenta, han pasado semanas sin atender sus propias necesidades, como hacer ejercicio o realizar las actividades que le gustan. Intente que eso no ocurra.

Consejos para cuidar a su padre o madre ancianos tras un ictus

Consejo nº 1. Hable con el equipo médico de su progenitor e infórmese sobre su estado. Pregúntele si puede participar en su rehabilitación del ictus para apoyarle mejor en su recuperación. Pregúntele si necesita fisioterapia o terapia ocupacional de forma continuada.

Consejo nº 2. Eche un vistazo a su casa para asegurarse de que es segura para su regreso. Para ello, elimine los peligros de resbalones o tropiezos que suponen las alfombras y los obstáculos en los caminos. Instale barras de apoyo en lugares apropiados, como la ducha y junto al inodoro. Asegúrate de que la casa esté bien iluminada y coloca luces de noche en el dormitorio y el baño. Considere la posibilidad de instalar luces con sensor de movimiento.

Consejo nº 3. Reconozca los altibajos emocionales con los que probablemente se encuentre su progenitor. Dependiendo de las pérdidas que se hayan producido tras el ictus, su progenitor puede experimentar desde una ligera melancolía hasta una depresión en toda regla. Esté atento a esta última y comunique inmediatamente al equipo de atención primaria si observa signos de depresión. Saber que cuentan con su amor y apoyo les ayudará mucho a ver el bosque a través de los árboles.

Consejo nº 4. Reduzca el riesgo de sufrir otro ictus. Tener un ictus aumenta el riesgo de sufrir otro. Reduzca el riesgo de ictus asegurándose de que siguen una dieta sana a base de fruta y verdura, y absteniéndose del alcohol y la nicotina. Incorpore el ejercicio a su estilo de vida al menos 30 minutos al día durante 5 días a la semana. Si necesita ayuda para ello, hable con su equipo de rehabilitación. La diabetes, la hipertensión y el colesterol alto aumentan el riesgo de ictus. Un programa adecuado de ejercicio, dieta y pérdida de peso suele resolver estos problemas.

Esté atento a los signos de un ictus

Como cuidador, ser consciente de los signos de un ictus y conseguir atención médica inmediata para su progenitor puede suponer una enorme diferencia en su pronóstico y recuperación. Según la National Stroke Association, existe un medicamento anticoagulante aprobado por la FDA que puede administrarse en las tres horas siguientes al primer síntoma y que puede reducir la discapacidad a largo plazo.

Entre las señales que hay que tener en cuenta se incluyen:

  • Mareos
  • Entumecimiento o debilidad de la cara, el brazo o la pierna
  • Mala pronunciación
  • Dolor de cabeza intenso

Blogs relacionados: Signos y síntomas de alerta temprana de un ictus

Cuidar de uno mismo

Asegúrese de que dispone de tiempo durante la semana para recargar pilas y rejuvenecer.

Si la familia o los amigos no pueden prestarle ayuda, considere la posibilidad de contratar los servicios de un cuidador de ancianos. Estos profesionales han atendido a muchos ancianos que se recuperan de accidentes cerebrovasculares, y usted puede estar seguro de que su ser querido está en buenas manos mientras usted se toma tiempo para hacer las actividades que le gustan.

Póngase en contacto con Care Options for Kids para solicitar servicios de atención sanitaria a domicilio

Si usted o un ser querido de edad avanzada están considerando contratar servicios de atención médica a domicilio, póngase en contacto hoy mismo con el atento personal de Care Options for Kids. (888) 592-5855.

Fuentes
Asociación Americana del Ictus

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