La apnea del sueño afecta a más de 18 millones de personas sólo en Estados Unidos. Los familiares que cuidan de enfermos de apnea del sueño suelen compaginar las tareas domésticas con el trabajo durante el día. Luego, se espera que proporcionen el nivel necesario de cuidados a sus seres queridos durante la noche. Conciliar estas tareas puede resultar difícil e incluso imposible.
Sepa cómo afecta la apnea del sueño a las personas mayores y dónde encontrar servicios de respiro para devolver la tranquilidad a su familia.
¿Qué es la apnea del sueño?
La apnea del sueño es un trastorno del sueño que provoca una interrupción de la respiración mientras se duerme. A veces, la interrupción de la respiración puede producirse cientos de veces por noche (posiblemente con una duración superior a un minuto), lo que significa que el cerebro junto con el resto del cuerpo pueden no estar recibiendo suficiente oxígeno.
Síntomas de la apnea del sueño
Las personas con apnea del sueño suelen experimentar lo siguiente:
- Garganta seca y dolorida, especialmente al despertar
- Ronquidos fuertes
- Despertarse con sensación de ahogo o jadeo
- Fatiga durante el día
- Dolores de cabeza, especialmente por la mañana
- Sueño intranquilo, despertares recurrentes e insomnio
- Olvido
- Cambios de humor
- Disminución del interés por el sexo
- Ansiedad y depresión
Tipos de apnea del sueño
Existen tres tipos de apnea del sueño.
1. Apnea obstructiva del sueño
Es el tipo más frecuente y está causado por una obstrucción de las vías respiratorias. Durante el sueño, los músculos de la garganta y la lengua se relajan (a veces se colapsan) provocando una obstrucción de las vías respiratorias. Esta ausencia de aire provoca tanto la apnea como los ronquidos.
2. Apnea central del sueño
Se trata de un tipo menos frecuente que se produce cuando el cerebro deja temporalmente de enviar señales a los músculos que controlan la respiración.
3. Apnea del sueño mixta
Con este tipo, los pacientes suelen experimentar largos periodos de apnea obstructiva del sueño, seguidos de breves periodos de apnea central del sueño.
¿Cómo se diagnostica la apnea del sueño?
Si el médico sospecha que su ser querido padece apnea del sueño, puede recomendarle una prueba de apnea del sueño, conocida como polisomnograma. Esta prueba puede realizarse en un centro de trastornos del sueño o, a veces, en su domicilio. Un polisomnograma (también conocido como estudio del sueño) es una prueba de múltiples componentes que transmite y registra actividades físicas específicas mientras el paciente duerme.
Estas grabaciones son analizadas por un especialista del sueño y determinarán si el paciente padece apnea del sueño u otro tipo de trastorno del sueño.
Otras pruebas para detectar la apnea del sueño incluyen EEG, EMG, EOG, ECG, un micrófono para ronquidos y un sensor de flujo de aire nasal.
Factores de riesgo de la apnea del sueño
Aunque cualquiera puede desarrollar apnea del sueño, estos factores pueden influir en el riesgo:
- Sexo: Ser varón
- Edad: Tener más de 40 años
- Sobrepeso
- Tener un cuello de 17 pulgadas o más de circunferencia
- Amígdalas o lengua grandes
- Obstrucción nasal, incluidas alergias o desviación del tabique
- Antecedentes familiares de apnea del sueño
Complicaciones de la apnea del sueño
Si no se trata, la apnea del sueño puede aumentar el riesgo de:
- Diabetes
- Depresión
- Dolores de cabeza
- Hipertensión arterial
- Insuficiencia cardiaca
- Palpitaciones
- Infarto de miocardio
- Ictus
La apnea del sueño también puede contribuir a un rendimiento deficiente en actividades cotidianas, como conducir. Una persona con apnea del sueño no diagnosticada tiene al menos 6 veces más probabilidades de sufrir un accidente de tráfico.
Opciones de tratamiento de la apnea del sueño
Si no se trata, la apnea del sueño puede provocar una serie de dolencias, como hipertensión, accidentes cerebrovasculares, cardiopatías, accidentes de tráfico o laborales (causados por la falta de sueño) y depresión.
La pérdida de peso, los descongestionantes nasales, la cirugía y ciertos cambios en el estilo de vida son formas eficaces de tratar la apnea del sueño; sin embargo, la única forma definitiva de diagnosticar y tratar la afección es mediante un estudio del sueño y un seguimiento médico. Si usted o un ser querido experimentan síntomas de apnea del sueño, consulte a un profesional médico.
Una vez diagnosticada, el médico puede recomendar una boquilla a medida diseñada para mantener abiertas las vías respiratorias durante toda la noche. Las máquinas de CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias ) también se suelen prescribir para la apnea del sueño. La intervención quirúrgica es el último recurso para ensanchar las vías respiratorias y/o extirpar el tejido de la garganta que causa la restricción.
Los siguientes consejos pueden aplicarse para fomentar hábitos de sueño saludables:
- Mantener un peso saludable. Casi el 70% de los pacientes con apnea del sueño tienen sobrepeso. Se ha demostrado que la pérdida y el control del peso mejoran la calidad del sueño, ayudando no sólo a tratar sino a prevenir muchos trastornos del sueño.
- Ejercicio adecuado. Si hace ejercicio por la noche, evite hacerlo 3 horas antes de acostarse.
- Una dieta adecuada. Para quienes padecen apnea del sueño, lo mejor es evitar el consumo de alcohol y cafeína antes de acostarse. También se recomienda evitar las comidas copiosas al menos tres horas antes de acostarse.
- Elimine las distracciones en el dormitorio. Esto incluye cosas como la televisión, ordenadores, teléfonos, luces brillantes y similares.
- Mantenga un patrón de sueño constante. Mantén un buen horario de sueño a lo largo de la semana y evita las siestas largas durante el día.
- Evitar la obstrucción de las vías respiratorias. Para evitar la obstrucción de las vías respiratorias, los pacientes con apnea del sueño deben cambiar la posición en la que duermen (es decir, dormir de lado en lugar de boca arriba).
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